La actividad física
en los adultos mayores
Niveles recomendados de actividad física para la
salud de 65 años en adelante
Para
los adultos de este grupo de edades, la actividad física consiste en
actividades recreativas o de ocio, desplazamientos (por ejemplo, paseos
caminando o en bicicleta), actividades ocupacionales (cuando la persona todavía
desempeña actividad laboral), tareas domésticas, juegos, deportes o ejercicios
programados en el contexto de las actividades diarias, familiares y
comunitarias.
Con
el fin de mejorar las funciones cardiorrespiratorias y musculares y la salud
ósea y funcional, y de reducir el riesgo de ENT, depresión y deterioro
cognitivo, se recomienda que:
1. los adultos de 65 en adelante dediquen 150 minutos semanales a realizar
actividades físicas moderadas aeróbicas, o bien algún tipo de actividad física
vigorosa aeróbica durante 75 minutos, o una combinación equivalente de
actividades moderadas y vigorosas.
2. la actividad se practicará en sesiones de 10 minutos, como mínimo.
3. que, a fin de obtener mayores beneficios para la salud, los adultos de
este grupo de edades dediquen hasta 300 minutos semanales a la práctica de
actividad física moderada aeróbica, o bien 150 minutos semanales de actividad
física aeróbica vigorosa, o una combinación equivalente de actividad moderada y
vigorosa.
4. que los adultos de este grupo de edades con movilidad reducida realicen
actividades físicas para mejorar su equilibrio e impedir las caídas, tres días
o más a la semana.
5. se realizen actividades que fortalezcan los principales grupos de
músculos dos o más días a la semana.
6. Cuando los adultos de mayor edad no puedan realizar la actividad física
recomendada debido a su estado de salud, se mantendrán físicamente activos en
la medida en que se lo permita su estado.
Actividad física
para todos
Estas
directrices son válidas para todos los adultos sanos de más de 65 años. También
se aplican a las personas de esas edades con ENT crónicas. Las personas con
determinados problemas de salud, como enfermedades cardiovasculares y diabetes,
pueden tener que tomar más precauciones y consultar al médico antes de intentar
alcanzar los niveles recomendados de actividad física para los adultos mayores.
Los
adultos mayores puede acumular el total de 150 minutos semanales de diversas
maneras.
El
concepto de acumulación hace referencia a la meta de totalizar 150 minutos de
actividad a base de intervalos de al menos 10 minutos cada uno a lo largo de la
semana, por ejemplo realizando 30 minutos de actividad de intensidad moderada
cinco veces a la semana.
Estas
recomendaciones son válidas para todos los adultos mayores, independientemente
de su sexo, raza, origen étnico o nivel de ingresos.
Las
recomendaciones son extensivas a los adultos mayores con discapacidad, siempre
y cuando se adapten a cada persona en función de su capacidad de ejercicio, de
sus limitaciones y de los riesgos específicos para su salud.
Los
adultos mayores inactivos o con enfermedades limitantes verán mejorada también
su salud en alguna medida si pasan de la categoría "sin actividad" a
la de "cierto nivel" de actividad. Los adultos mayores que no siguen
las recomendaciones de realización de actividad física deberían intentar
aumentar la duración, la frecuencia y, finalmente, la intensidad como meta para
cumplirlas.
Efectos
beneficiosos de la actividad física en los adultos mayores
En
general, la evidencia disponible demuestra de forma contundente que, en
comparación con los adultos mayores menos activos, hombres y mujeres, las personas
mayores físicamente activas:
·
presentan menores tasas de mortalidad
por todas las causas, cardiopatía coronaria, hipertensión, accidentes
cerebrovasculares, diabetes de tipo 2, cáncer de colon y de mama, y depresión,
un mejor funcionamiento de sus sistemas cardiorrespiratorio y muscular, y una
mejor masa y composición corporal.
·
tienen un perfil de biomarcadores más
favorable para la prevención de las enfermedades cardiovasculares, la diabetes
de tipo 2 y la mejora de la salud ósea, y
·
presentan una mayor salud funcional,
un menor riesgo de caídas, unas funciones cognitivas mejor conservadas, y un
menor riesgo de limitaciones funcionales moderadas y graves.
Video:
Bibliografía.
OMS. (2015). OMS. Recuperado el 13 de 04 de 2015,
de http://www.who.int:
http://www.who.int/dietphysicalactivity/factsheet_olderadults/es/
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