El
papel de la familia en el envejecimiento activo.
El
‘sentirse necesario ‘es uno de los predictores de longevidad. En la mayor parte
de estudios longitudinales las personas mayores que se sienten necesitadas por
los suyos suelen vivir más y mejor. Tratar de mantener nuestras relaciones
familiares y sociales con un óptimo nivel de satisfacción en el que cada
miembro de la familia sienta que todos colaboran en un bienestar común es un
objetivo importante para obtener un envejecimiento satisfactorio. Existe una
falsa idea, a saber, que es la gente mayor la que recibe el cuidado de la
familia. Ello es parcialmente cierto y ocurre, sobre todo, en las personas
mayores con serios problemas de salud. Sin embargo, son las personas mayores
las que, en mayor proporción, las que son cuidadoras de los
otros
miembros de la familia. En un estudio reciente se pone de relieve que el 20% de
las mujeres y el 13% de los hombres mayores cuidan a otros adultos y que el
40%, tanto de hombres como de mujeres mayores cuidan a niños (a sus nietos). En
definitiva, en nuestro País, a lo largo de la vida, existe un claro intercambio
de cuidados cuyo centro está en la familia y cuyo motor radica en estrechas
relaciones afectivas.
Envejecer
supone siempre un declive físico para las personas, pero también un crecimiento
en cultura y en valores humanos, en sensibilidad y comprensión. Estas
cualidades son las que queremos transmitir a las nuevas generaciones, al mismo
tiempo que aprender de ellas todos aquellos conocimientos y vivencias que no
estuvieron a nuestro alcance en épocas anteriores y que nos conducirán a
integrarnos más fácilmente en esta nueva sociedad. En definitiva, hablar de
envejecimiento activo obliga a hablar de relaciones entre generaciones, dentro
y fuera del ámbito familiar.
Las
relaciones intergeneracionales en el entorno familiar Necesariamente tiene que
ser dentro de la familia donde deben comenzar las relaciones
intergeneracionales para que, a través del diálogo de padres, abuelos e hijos,
se pueda paliar el impacto profundo que conlleva el cambio generacional. La familia
debe ser el primer crisol de formación para inculcar valores, transmitir buenos
hábitos, hacer buenos ciudadanos y, en definitiva, formar seres humanos. De
estas relaciones las que más interés han despertado son las de los abuelos con
sus nietos con todas sus posibilidades: relación con abuelos maternos o
paternos, abuelos con hijos separados, abuelos cuidadores, abuelos custodios,
abuelos itinerantes, etc.
Las relaciones abuelos-nietos
Los cuidados a nietos son mencionados por
abuelos y abuelas como una forma de sentirse útil,
de enriquecimiento y de mejora, e incluso
un medio para (re)descubrir nuevas capacidades.
Según datos recientes, la proporción de
abuelos españoles que cuida de sus nietos es uno de
cada cuatro (el 22,07%) la mitad de los
abuelos cuidan a sus nietos casi todos los días y el 45%
casi todas las semanas.
Video:
Bibliografía
Serrano, D. J. (29
de Abril de 2013). The family watch. Recuperado el 20 de Abril de
2015, de The Family Watch: http://www.thefamilywatch.org/Informe20132.pdf
Niveles recomendados de actividad física para la
salud de 65 años en adelante
Para
los adultos de este grupo de edades, la actividad física consiste en
actividades recreativas o de ocio, desplazamientos (por ejemplo, paseos
caminando o en bicicleta), actividades ocupacionales (cuando la persona todavía
desempeña actividad laboral), tareas domésticas, juegos, deportes o ejercicios
programados en el contexto de las actividades diarias, familiares y
comunitarias.
Con
el fin de mejorar las funciones cardiorrespiratorias y musculares y la salud
ósea y funcional, y de reducir el riesgo de ENT, depresión y deterioro
cognitivo, se recomienda que:
1.los adultos de 65 en adelante dediquen 150 minutos semanales a realizar
actividades físicas moderadas aeróbicas, o bien algún tipo de actividad física
vigorosa aeróbica durante 75 minutos, o una combinación equivalente de
actividades moderadas y vigorosas.
2.la actividad se practicará en sesiones de 10 minutos, como mínimo.
3.que, a fin de obtener mayores beneficios para la salud, los adultos de
este grupo de edades dediquen hasta 300 minutos semanales a la práctica de
actividad física moderada aeróbica, o bien 150 minutos semanales de actividad
física aeróbica vigorosa, o una combinación equivalente de actividad moderada y
vigorosa.
4.que los adultos de este grupo de edades con movilidad reducida realicen
actividades físicas para mejorar su equilibrio e impedir las caídas, tres días
o más a la semana.
5.se realizen actividades que fortalezcan los principales grupos de
músculos dos o más días a la semana.
6.Cuando los adultos de mayor edad no puedan realizar la actividad física
recomendada debido a su estado de salud, se mantendrán físicamente activos en
la medida en que se lo permita su estado.
Actividad física
para todos
Estas
directrices son válidas para todos los adultos sanos de más de 65 años. También
se aplican a las personas de esas edades con ENT crónicas. Las personas con
determinados problemas de salud, como enfermedades cardiovasculares y diabetes,
pueden tener que tomar más precauciones y consultar al médico antes de intentar
alcanzar los niveles recomendados de actividad física para los adultos mayores.
Los
adultos mayores puede acumular el total de 150 minutos semanales de diversas
maneras.
El
concepto de acumulación hace referencia a la meta de totalizar 150 minutos de
actividad a base de intervalos de al menos 10 minutos cada uno a lo largo de la
semana, por ejemplo realizando 30 minutos de actividad de intensidad moderada
cinco veces a la semana.
Estas
recomendaciones son válidas para todos los adultos mayores, independientemente
de su sexo, raza, origen étnico o nivel de ingresos.
Las
recomendaciones son extensivas a los adultos mayores con discapacidad, siempre
y cuando se adapten a cada persona en función de su capacidad de ejercicio, de
sus limitaciones y de los riesgos específicos para su salud.
Los
adultos mayores inactivos o con enfermedades limitantes verán mejorada también
su salud en alguna medida si pasan de la categoría "sin actividad" a
la de "cierto nivel" de actividad. Los adultos mayores que no siguen
las recomendaciones de realización de actividad física deberían intentar
aumentar la duración, la frecuencia y, finalmente, la intensidad como meta para
cumplirlas.
Efectos
beneficiosos de la actividad física en los adultos mayores
En
general, la evidencia disponible demuestra de forma contundente que, en
comparación con los adultos mayores menos activos, hombres y mujeres, las personas
mayores físicamente activas:
·presentan menores tasas de mortalidad
por todas las causas, cardiopatía coronaria, hipertensión, accidentes
cerebrovasculares, diabetes de tipo 2, cáncer de colon y de mama, y depresión,
un mejor funcionamiento de sus sistemas cardiorrespiratorio y muscular, y una
mejor masa y composición corporal.
·tienen un perfil de biomarcadores más
favorable para la prevención de las enfermedades cardiovasculares, la diabetes
de tipo 2 y la mejora de la salud ósea, y
·presentan una mayor salud funcional,
un menor riesgo de caídas, unas funciones cognitivas mejor conservadas, y un
menor riesgo de limitaciones funcionales moderadas y graves.
Video:
Bibliografía.
OMS. (2015). OMS. Recuperado el 13 de 04 de 2015,
de http://www.who.int:
http://www.who.int/dietphysicalactivity/factsheet_olderadults/es/
Derechos
humanos de las personas de la tercera edad.
Las personas que cuentan con más de 60 años de edad, al
igual que todos, tienen una serie de derechos que ejercitar y deberes y
responsabilidades que cumplir.
Derecho a una vida digna. Hacia ese propósito superior, debe orientarse la
acción del Estado y de los organismos interesados para lograr un mejoramiento
integral de las condiciones existenciales de este grupo vulnerable. Para ello,
es necesario que el Estado y los organismos privados unifiquen esfuerzos para
brindar atención a quienes enfrentan serias dificultades para sobrevivir.
Derecho al respeto social. Así como al Estado se le puede y se le debe
exigir una atención mayor y efectiva por y para el sector de edad avanzada,
también la sociedad tiene el deber moral y social de procurar una actitud de
respeto a la investidura anciana.
Derecho a la salud. Partiendo
de la garantía constitucional de que toda persona tiene derecho a la protección
de la salud, podemos entender que el precepto abarca tanto salud física, como
la psíquica, siendo éste uno de los más importantes. Aún cuando el anciano no
sea derechohabiente del IMSS o ISSSTE, puede solicitar atención médica, a
cambio de la cuál pagará de acuerdo a sus posibilidades económicas.
Derecho a los alimentos. Los
alimentos comprenden vestido, comida, vivienda y asistencia médica en caso de
enfermedad, conjuntamente con el derecho a la salud, el derecho de los
alimentos es una prioridad para los adultos mayores, que de cumplirse les
asegura una vida digna.
Derecho a la seguridad social. La seguridad social comprende una serie de
prerrogativas que son, entre otras, atención médica, apoyo neuropsiquiátrico,
diversas prestaciones por concepto de vejez o cesantía en edad avanzada, apoyo
para la rehabilitación física, fondos de retiro, etc. Para ser acreedor a este
derecho, es necesario que el anciano haya cotizado y cubierto los requisitos
que las leyes establecen.
Derecho al transporte y a la vialidad. Dentro
del grupo de ancianos hay un buen número de ellos que por alguna discapacidad
tienen dificultad de transitar por la vía pública, por lo que es necesario,
entre otras cosas, la construcción o adecuación de rampas en las banquetas, así
como la exclusividad de asientos en el transporte público.
Derecho a la justicia. En los
tribunales, órganos y oficinas gubernamentales, debe dárseles una atención y un
tratamiento especial. Escucharlos con paciencia en el planteamiento de sus
problemas o necesidades.
Derecho de asociación. Este
derecho representa un mecanismo legal para que la clase selecta luche por
alcanzar el status socioeconómico, cultural y político que merecen, agruparse
es la mejor manera de plantear las demandas sociales del sector y obtener buena
parte de los beneficios que procuran, de otro modo el aislamiento y la apatía,
retardarán o impedirán su consecución.
Otros derechos:
A trabajar y hacer uso de otras oportunidades de generación de ingresos sin
barreras basadas en la edad.
A jubilarse y participar en la determinación del momento y la forma en que han
de retirarse de la fuerza de trabajo.
A tener acceso a los programas educativos y de capacitación.
A vivir en ambientes seguros.
A residir en su propio hogar.
A seguir integradas a la sociedad y a participar activamente en ella, que se
considere su opinión en el proceso de desarrollo, en la formulación y
aplicación de políticas públicas que afecten directamente su bienestar.
A compartir sus conocimientos, valores, experiencias y capacidades con las
generaciones jóvenes.
A tratar de encontrar y desarrollar oportunidades para prestar servicios a la
comunidad y servir como voluntarios en cargos apropiados a sus intereses y
capacidades.
A disfrutar niveles apropiados de atención en instituciones que les provean
protección, rehabilitación y estímulo social y mental, en un ambiente humano y
seguro.
A ejercer sus derechos humanos y sus libertades fundamentales cuando residan en
albergues, de atención o tratamiento, con absoluto respeto a su dignidad,
creencias, necesidades y su vida privada.
A cultivar amistades o relaciones amorosas.
A tener acceso a los recursos educacionales, culturales, espirituales y
recreativos.
A ser tratados con equidad cualesquiera que sean su edad, sexo, orígenes
raciales o étnicos, impedimentos o situación de cualquier tipo, y a ser
valoradas, independientemente de sus aportaciones económicas.
A tomar sus propias decisiones en materia de salud incluido el derecho a morir
con dignidad, aceptando o rechazando tratamientos encaminados a prolongarles la
vida.
Responsabilidades:
Permanecer activas, capaces, confiadas en el esfuerzo propio y útiles.
Aprender y aplicar principios sanos de salud física y mental a su propia vida.
Aprovechar los programas de alfabetización que se les ofrezca.
Hacer planes y prepararse para la vejez y la jubilación.
Actualizar sus conocimientos y aptitudes, según fuera necesario, a fin de
aumentar sus posibilidades de obtener empleo si desearan participar en la
fuerza laboral.
Ser flexibles, junto con los demás miembros de la familia, en lo que se refiere
a ajustarse a las demandas de las relaciones cambiantes.
Compartir sus conocimientos, aptitudes, experiencias y valores con las
generaciones más jóvenes.
Participar en la vida cívica de su sociedad.
Buscar y desarrollar posibles formas de prestación de servicios a la comunidad.
Adoptar decisiones con elementos de juicio acerca de la atención de su salud e
informar a su médico y familiares sobre el tipo de atención que desean recibir
en caso de sufrir una enfermedad incurable.
Población de
la tercera edad en México (2008-2010)
Está basada en el reconocimiento de que el paso del tiempo produce efectos en las personas, llamadas también Adultos Mayores la cual entra en una etapa distinta a las vividas anteriormente, pero a la vez similar a otras como pueden ser la niñez o la adolescencia.
La vejez constituye una etapa más de la experiencia humana y por lo tanto, puede ser positiva tanto en el desarrollo individual y social.
El inicio de esta etapa no se puede concretar en una edad ni podemos atribuirlo al momento de la jubilación, sino que podemos decir que empieza cuando se comienzan a deteriorar las habilidades físicas y cognitivas.
Estas son la pérdida de memoria paulatinamente, un mayor cansancio, dificultades a la hora de realizar tareas en casa o de ir a trabajar, entre otras actividades y estos cambios son percibidos por la persona.
Por otro lado, esta etapa está llena de serenidad, juicio y madurez vital, gracias a sus experiencias ya vividas, que compensan este deterioramiento de facultades.
Las personas de esta edad no han cambiado su manera de pensar, aunque la sociedad sí haya cambiado a su alrededor.
Para ellos no es fácil adaptar su pensamiento a todos los cambios que actualmente se han producido, los han aceptado y conviven con ellos, forzosamente, aunque no estén de acuerdo, cómo si no les quedará otra alternativa, la sociedad y hasta la propia familia en muchos casos los hacen a un lado olvidandolos por completo.
Estas ancianas o abuelas, viven y conviven con otros adultos mayores, son cuidados, alimentados y valorados por parte de todos los funcionarios de la institución, el cual se encarga de proteger a los ancianos desprotegidos o abandonados.
Huellas en las manos algunas mas arrugadas que otras , nos hablan de experiencias vividas, de amores , de hijos de nietos. Manos que dieron amor, protección y alimento.
La vejez es una etapa de tranquilidad, de mucha paciencia y colaboración por parte de los familiares y de respeto hacia ellos, cuidemos y respetemos a nuestros ancianos.
Cambios psicobiológicos:
• Perdida de textura y elasticidad de la piel.
• Adelgazamiento y encanecimiento del cabello.
• Disminución de la talla corporal.
• Adelgazamiento de los
huesos.
• La pérdida de dientes y los problemas de encías son comunes.
• Problemas de visión.
• Desaparición progresiva de masa muscular, atrofia de los músculos.
• Se intensifican las arrugas.
• Declinación de las funciones sensoriales y perceptivas.
• Propensión a la osteoporosis en las mujeres.
• Pérdida de la adaptación al frío y al calor.
• Disminución de la fuerza y rapidez para realizar actividades físicas.
• Las paredes de las arterias se endurecen y se reduce su elasticidad.
• Los mecanismos inmunológicos que defienden de las infecciones pierden
eficiencia.
• Los órganos sensitivos requieren un umbral de excitación más alto.
Video:
Bibliografía:
Stone, T. (2004). Etapas de
la vida. En P. y. S.A, Etapas de la Vida II (págs.110-111-112). Mérida: Plaza y Jánes S.A.
Un asilo para ancianos y convalecientes es un lugar para personas que no
necesitan permanecer en un hospital, pero que necesitan cuidados especiales. La
mayoría de estos centros cuentan con personal de enfermería capacitada
disponible las 24 horas del día.
Algunos asilos están equipados como un hospital. El personal presta
cuidados médicos, así como fisioterapia y terapia del habla y ocupacional.
Puede haber un puesto de enfermería en cada piso. Otros centros procuran
aparentar ser más un hogar. Tratan de brindar una sensación de vecindario. Con
frecuencia, no tienen un cronograma diario fijo y pueden contar con cocinas
abiertas para los residentes. Se les fomenta a los integrantes del personal a
establecer relaciones con los ocupantes.
Algunos asilos de ancianos cuentan con unidades de cuidados especiales
para personas con problemas serios de memoria, tales como la enfermedad
de de Alzheimer . Algunos permiten la convivencia con
parejas. Los asilos no son sólo para ancianos, sino para cualquier persona que
necesite de los cuidados las 24 horas.
Asilos de ancianos: cómo escoger el lugar adecuado
Lidia ha vivido en su hogar por 33 años. Incluso después que su marido
muriera hace 3 años, ella había podido valerse por sí misma. Recientemente se
fracturó la cadera y ahora necesita una andadera para movilizarse. A la edad de
85 años, ya no puede estar sola en la casa. Sus hijos están deliberando ahora sobre
la mejor manera de ayudarle a su madre a encontrar un cuidado adecuado.
A veces, las decisiones sobre adónde se le van a brindar los cuidados
necesarios a un miembro de la familia deben ser hechas rápidamente, por
ejemplo, cuando una lesión repentina requiere un nuevo plan de cuidados. Otras
veces, la familia tiene cierto tiempo para buscar el mejor lugar que le brinde
los cuidados necesarios a un familiar de edad avanzada.
Los asilos de ancianos pueden ser:
Como un hospital. Este tipo de asilo de ancianos a menudo está
organizado como un hospital. Los miembros del personal brindan asistencia
médica, así como terapia física, del habla y ocupacional. Puede haber una
estación de enfermeros en cada piso. Como regla general, una o dos personas
viven en un cuarto. Algunos asilos de ancianos permiten que las parejas vivan
juntas. Las cosas que hacen que un cuarto sea especial, como fotos de la
familia, a menudo son bien recibidas.
Como un hogar de familia. Estos establecimientos están diseñados
para que funcionen más como un hogar de familia y las rutinas diarias no están
fijadas. Los equipos formados por el personal y los residentes tratan de crear
un ambiente relajado. A menudo las cocinas están abiertas para los residentes,
las decoraciones crean un sentido hogareño y a los miembros del personal se les
anima a desarrollar relaciones con los residentes.
Como una combinación de ambos. Algunos asilos de ancianos combinan
las unidades que funcionan como un hospital y aquellas que funcionan como un
hogar de familia.
Muchos asilos de ancianos tienen médicos que visitan a los pacientes en
la propia localidad. En otros asilos de ancianos, los pacientes van al
consultorio del médico. Los asilos de ancianos algunas veces tienen áreas
separadas llamadas “Unidades de Cuidados Especiales” para aquellas personas que
tienen problemas serios de la memoria, como demencia.
Tenga en mente los siguientes consejos
Si usted necesita ir a un asilo de ancianos después de una estadía en un
hospital, el personal del hospital puede ayudarle a encontrar uno que
proporcione la clase de cuidado que sea mejor para usted. La mayoría de los
hospitales tienen trabajadores sociales que pueden ayudarle con estas
decisiones. Si usted está buscando un asilo de ancianos, pida a los miembros
del personal del consultorio de su médico que le den algunas recomendaciones.
Una vez que usted sepa qué opciones tiene, es una buena idea que:
Considere. ¿Qué es importante para usted? ¿Cuidados de salud
brindados por enfermeros, comidas, terapia física, una conexión religiosa,
cuidados de hospicio o Unidades de Cuidados Especiales para pacientes con
demencia? ¿Desea un lugar ubicado cerca de la familia y los amigos para que
ellos puedan visitar fácilmente?
Pregunte. Hable con amigos, parientes, trabajadores sociales y
grupos religiosos para averiguar qué lugares ellos sugieren. Pregunte a los
proveedores de cuidados de salud cuáles son los asilos de ancianos que ellos
creen que proporcionan buenos cuidados. Utilice esas sugerencias para hacer una
lista de los asilos que ofrecen los tipos de servicios que usted quiere.
Llame. Contacte a cada uno de los lugares en su lista. Haga
preguntas sobre cuántas personas viven en el lugar y cuánto cuesta. Averigüe
sobre las listas de espera.
Visite. Haga planes para conocer al director del asilo y al
director del departamento de enfermería. La Lista de Control de Asilos de
Ancianos (the Medicare Nursing Home Checklist), ofrece algunas buenas ideas que puede considerar cuando visita los lugares. Por
ejemplo, verifique si:
Tienen certificación de Medicare y Medicaid
Tienen acceso para personas con discapacidades
Los residentes se ven bien cuidados
Hay una interacción afectuosa entre los miembros del personal y los
residentes
Hable. No tema hacer preguntas. Por ejemplo, usted puede pedir a
miembros del personal que le expliquen la razón de cualquier olor fuerte. Los
malos olores pueden indicar un problema; los buenos olores pueden ocultar un
problema. Tal vez quiera averiguar cuánto tiempo llevan de trabajar en el asilo
de ancianos el director y los jefes de los departamentos de enfermería,
alimentación y servicios sociales. Si los miembros principales del personal
cambian a menudo, esto podría significar que hay algo que no está funcionando
bien.
Visite de nuevo. Haga una segunda visita sin antes llamar para dar
aviso previo. Trate de ir durante otro día de la semana o a una hora diferente
para poder conocer a otros miembros del personal y ver actividades diferentes.
Visite a la hora de las comidas y observe si el comedor es atractivo y está
limpio y si la comida se ve apetecible.
Entienda. Una vez que usted haya elegido un asilo de ancianos, lea
el contrato cuidadosamente. Hágale preguntas al director o al director
asistente sobre cualquier cosa que no entienda. Pídale a un buen amigo o
miembro de la familia que también lea el contrato antes que usted lo firme.
CLLE 33 B 566, GARCIA
GINERES, MERIDA, C.P. 97070,YUC.
TEL: (999)
108 8635
Bibliografías.
Envejecimiento, I. N. (10
de Marzo de 2013). Transformación De Descubrimientos En La Salud.
Recuperado el 09 de Marzo de 2015, de http://www.nia.nih.gov:
http://www.nia.nih.gov/espanol/publicaciones/asilos-ancianos
A medida que
se envejece, el metabolismo disminuye progresivamente (8% de los hombres y un
14% en la mujer), así como la masa muscular: entre los 25 y 70 años un hombre
puede perder hasta 12 kilos de musculo y de una mujer entre los 50 y 70 años
perderá unos 5 kilos de la masa muscular.
La
distribución de la grasa y de los líquidos corporales también evidencia una
serie de cambios: a partir de los 30 años los hombres acumulan más tejido graso
en el abdomen, mientras que en las mujeres verán aumentar sus caderas y sus
pechos.
Los expertos
aseguran que el peso de los hombres se estabiliza entre los 45 y el de la mujer
a los 55.
Cambios
Emocionales.
A pesar de
muchas veces se vive y analiza como un periodo de crisis, las últimas
investigaciones demuestran que la madurez es uno de los periodos más
fructíferos y creativos de la vida de una persona. Atrás quedan las ansiedades
por la búsqueda de una persona estable y los preparativos de un matrimonio, así
como las preocupaciones provocadas por la crianza de los hijos, la mayoría de
las personas llegan a esta etapa con una profesión y empleo consolidaro. Una
vida familiar estable y un estilo de vida y costumbres adoptadas a la propia idiosincrasia.
Las condiciones son propias para que muchas personas maduras examinen su vida y
decidan desarrollar
Actividades
que exprese una mayor comprensión hacia los demás y mayor interés por las
relaciones afectivas.
La menopausia.
Cambios Físicos.
Entre los 40 y
60 años la mujer vive una etapa llamada climatario que se inicia con la disminución
progresiva de la función de los ovarios provocada por el agotamiento folicular.
Como consecuencia de este proceso natural, la ovulación desaparece y disminuyen
la produccion de las hormonas femeninas más importantes: los estrógenos y progesterona.
Cambios
emocionales.
Según las estadísticas
el 20% de las mujeres vive en la menopausia sin apenas molestias, y el 50% solo
pequeños trastornos. Dado que la expectativa de la vida de una mujer occidental
está en la actualidad en 80 años, el número de mujeres en edad climatérica va
en aumento, razón por la que actualmente se habla más de la menopausia que hace
unos años, y no por las molestias que provoca sean ahora mayores que antes.
Sequedad
vaginal.
La sequedad
vaginal es consecuencia del descanso de estrógenos y puede producir desde
algunas semanas algunos meses antes de la menopausia. La vagina pierde su
suavidad y elasticidad, esta menos vascularizada y esto provoca una disminución
de las secreciones. El resultado de la lubricación insuficiente y más lenta que
repercute directamente en la vida sexual de la mujer, ya que hace la penetración
difícil y dolorosa (es lo que se llama dispareunía).
Problemas de
piel.
Debido a las
alteraciones del balance hormonal (baja los estrogenos y suben los entrójenos,
la piel, el cabello y las uñas sufren también en la menopausia, importantes
modificaciones, la piel pierde elasticidad y, como consecuencia de todo ello
aparecen las arrugas y la flacidez. Por otra parte las células encargadas de
reproducirlas, los pigmentos que dan color a la piel, -los meno sitos tienen
alterada su actividad por lo que tienen que aparecer muchas en cutis y manos.
Video:
Bibliografía.
Stone, T. (2004). Cambios de la tercera edad. En P. y. S.A,
etapas de la vida II (págs. 266-267-268). Mérida: Plaza y Jánes S.A.
Detrás del abandono hay vertientes muy
importantes: una se da porque la persona envejeció sin una cultura del
envejecimiento, porque no fue formada y preparada durante su vida para ese
momento… eso motiva que sea el mismo adulto mayor quien no se deje querer, que
empiece a despotricar por una serie de cosas que lo molestan y de estar en la
habitación principal del hogar, sea cambiado a la segunda, y a la tercera y
lamentablemente termine relegado en el cuarto de los triques, allá en un
rincón.
Sin embargo, detrás de esa persona de la
tercera edad, gruñona o agresiva, se esconden problemas que no son tratados por
desconocimiento. Agrede porque como ya no puede llevar las riendas de la casa,
y no puede dirigir la orquesta, eso le genera frustración, y la expresa
agrediendo.
Desarrollo.
En la tercera edad se viven muchos duelos,
debido a las pérdidas que la persona comienza a acumular, desde la
independencia económica hasta física. El no poder realizar las actividades de
antes los lleva a un cuadro depresivo, y algunos los puede conducir a la
ideación suicida.
Esos adultos mayores muchas veces tienen
depresión no tratada, por eso tienen agresividad.
Causas.
La principal causa
del abandono es la “ignorancia” como mencionamos al inicio de esta nota, la
falta de información y de educación que recibimos durante nuestro desarrollo y
crecimiento, de ahí ya surgen las siguientes problemáticas que como equipo
consideramos las más comunes:
La dinámica familiar actual no facilita la convivencia
entre generaciones.
La familia ocupa su tiempo
en trabajar. No dedica tiempo al adulto mayor.
Adultos mayores son
marginados porque no tienen medios de movilidad.
Recursos Económicos.
Nota:
Para poder ver mejor las imagenes le pueden dar clic a ellas y verlas mejor.
Video.
Conclusión:
La manera de tratar a
nuestros adultos mayores refleja nuestra educación; ¿ a ti como te educaron?
Bibliografía.
Bello, M. (12 de Agosto de 2014). Milenio.
Recuperado el Febrero de 2015, de
http://www.milenio.com/region/adultos_mayores_en_Jalisco-cultura_del_envejecimiento_0_352764764.html
Diario de Yucatán. (21
de Octubre de 2014). Diario de Yucatán. Recuperado el Febrero de 2015,
de http://yucatan.com.mx/merida/ciudadanos/en-pobreza-y-abandono